República Dominicana: Camino a una Economía Avanzada

By August 7, 2023 ECONOMÍA, INFORMES

Fecha: 7 de agosto

Fuente: IMF

El país lidera América Latina en la rápida reducción de la brecha de ingresos con los Estados Unidos.

A pesar de ser uno de los países más pobres de América Latina a mediados de la década de 1960, la República Dominicana ha logrado un progreso notable en términos de convergencia de ingresos.

La convergencia de ingresos se mide típicamente comparando el ingreso per cápita de un país con el de una nación más próspera, a menudo los Estados Unidos. Para la República Dominicana, esta proporción alcanzó el 32 por ciento en 2022, lo que indica que el nivel de vida del país es aproximadamente un tercio del de los Estados Unidos. Esto contrasta con América Latina en su conjunto, donde el nivel de vida promedio es alrededor de una cuarta parte del de los Estados Unidos.

Con las políticas adecuadas, el país tiene el potencial de convertirse en una economía avanzada en los próximos 40 años.

Convergencia a velocidad “azul”

Lo notable del progreso de la República Dominicana no es solo el nivel de convergencia, sino también su velocidad en comparación con otros países de la región. Al examinar la velocidad de convergencia promedio, o la tasa de cambio en la convergencia de ingresos por década, es evidente que la República Dominicana ha exhibido la velocidad de convergencia promedio más alta, o “desplazamiento azul”, en América Latina en los últimos 50 años. Panamá y Chile han logrado velocidades de convergencia positivas igualmente significativas pero aún más bajas, mientras que la mayoría de los países de la región han experimentado velocidades de convergencia muy bajas (“desplazamiento verde”) o negativas (“desplazamiento rojo”).

Hacia la convergencia de ingresos

El nivel de vida de la República Dominicana es aproximadamente un tercio del de los Estados Unidos, pero se está acercando rápidamente. (cambio en la proporción de convergencia por década, 1972-2022, puntos porcentuales).

IMF

A pesar de enfrentar desafíos, como la crisis de deuda de la década de 1980, la economía de la República Dominicana ha estado convergiendo a un ritmo más rápido. La velocidad de convergencia ha aumentado de un promedio de 3 puntos porcentuales por década en los últimos 50 años a casi 8 puntos porcentuales por década más recientemente. Este notable desempeño se puede atribuir a varios factores, incluida la implementación de políticas sólidas, especialmente por parte del banco central, mejoras en el marco de políticas, una base de exportación más diversificada y la flexibilidad estructural de la economía para adaptarse a las cambiantes condiciones globales.

De raíces agrícolas a dinamismo económico

En el último medio siglo, la República Dominicana ha experimentado una transformación, pasando primero de una economía principalmente basada en la agricultura a una más orientada hacia la manufactura, respaldada por el crecimiento de las zonas de libre comercio, y posteriormente a una economía impulsada por los servicios, fortalecida por la explotación del potencial turístico del país y la expansión del sistema financiero.

Hoy en día, el país mantiene una mezcla equilibrada de industrias y sectores, que incluyen la agricultura, la manufactura y los servicios, y ostenta el sexto PIB per cápita más alto de América Latina cuando se tiene en cuenta el poder adquisitivo, superando a gigantes regionales como Brasil y México.

Este dinamismo ha desempeñado un papel crucial en la reducción de la pobreza en dos tercios durante las últimas tres décadas y en la disminución de la desigualdad, con el coeficiente de Gini disminuyendo en una cuarta parte, lo que indica una tendencia positiva continua hacia una distribución de ingresos más equitativa.

Este progreso ha impactado en la familia promedio dominicana, cuyo poder adquisitivo se ha cuadruplicado en los últimos 50 años, lo que les ha permitido disfrutar de una mejor calidad de vida y mayores oportunidades económicas.

Líder regional en crecimiento

La República Dominicana ocupa el primer lugar en crecimiento y el sexto en PIB per cápita en América Latina. (1972-2022, crecimiento promedio anual, porcentaje; 2022, miles de USD)

Las políticas sólidas que llevaron al alto crecimiento de la República Dominicana requirieron ajustes de política oportunos, a menudo en respuesta a shocks y condiciones cambiantes. En este sentido, los programas respaldados por el FMI a través de varias crisis han desempeñado un papel importante.

Priorizando reformas para un crecimiento sostenido

Mirando hacia adelante, hay razones para creer que la República Dominicana puede mantener su alto crecimiento. El personal del FMI estima un crecimiento potencial del 5 por ciento al año, similar al promedio de los últimos 50 años.

Para impulsar un mayor crecimiento potencial, la República Dominicana puede priorizar reformas estructurales clave. Esto incluye mejorar la calidad de la educación para aumentar la productividad de la fuerza laboral; completar la reforma del sector eléctrico para mejorar la distribución, eliminar los apagones y fomentar la adopción de energías renovables; fortalecer la resiliencia de los sectores turístico y agrícola frente a desastres naturales y el cambio climático; abordar la informalidad en el mercado laboral para una mejor calidad del trabajo; mejorar aún más el clima empresarial para lograr un estatus de grado de inversión y atraer mayores niveles de inversión; y adoptar la tecnología y fomentar la innovación.

Si bien existen riesgos por delante, particularmente los asociados con el cambio climático, la implementación continua de reformas destinadas a fomentar la productividad puede ayudar a mantener tasas de crecimiento elevadas, allanar el camino para un futuro próspero para su población y eventualmente transformar a la República Dominicana en una economía avanzada para aproximadamente 2060. Tal progreso representaría un significativo “desplazamiento azul” en la historia del país y serviría como evidencia innegable de su desarrollo en curso.

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