El 16 de junio los ojos del mundo estarán puestos en Ginebra, en la cumbre histórica que tendrá lugar entre los presidentes de Estados Unidos, Joe Biden, y Rusia, Vladimir Putin. Las relaciones entre ambos países no podrían atravesar peor momento, así que, ¿por qué se reúnen? Hablamos con un analista político estadounidense y una periodista rusa afincada en Ginebra para conocer su opinión sobre esta cumbre.
Ucrania, Bielorrusia, Siria, Navalny, ciberataques e injerencia en las elecciones estadounidenses: la lista de temas de Occidente con Rusia es larga. Pero Rusia también tiene graves problemas con Occidente, como las sancionesEnlace externo que Biden endureció en abril y que están afectando a la economía rusaEnlace externo. El expresidente estadounidense Donald Trump fue acusado de ser demasiado cercano a Putin; el discurso de Biden se ha endurecido mucho. Incluso ha llamado a Putin “asesino”, a lo que el presidente ruso respondió: “Miren quién fue a hablar”. A algunas personas les sorprende todavía que puedan reunirse.
No tan sorprendente
David Sylvan, politólogo estadounidense del Instituto Universitario de Estudios Internacionales y de Desarrollo de Ginebra, no es uno de ellos. “La mayoría de los presidentes de EE.UU., remontándonos hasta Franklin Roosevelt, han celebrado cumbres con los líderes de lo que era la Unión Soviética, ahora Rusia, y habría sido sorprendente que Biden no lo hubiera hecho”, afirma.
“En primer lugar, Rusia es un interlocutor importante para cierto tipo de objetivos. Biden tiene varias cuentas que ajustar con Putin, pero al mismo tiempo, el hecho de que quiera ser duro con Rusia no significa que no quiera también parecer perfectamente dispuesto e interesado en hallar soluciones diplomáticas a los problemas.”
Para Putin, algunos comentaristas han sugerido que la cumbre ya es una victoria. “Yo no lo llamaría necesariamente una victoria, pero creo que ciertamente es muy, muy importante para su legitimación a los ojos del mundo y de sus propios ciudadanos”, dice la periodista rusa Nadia Sikorsky, editora de la revista Online con sede en Ginebra nashagazeta.ch. “Y creo que hoy es aún más importante para él que para Gorbachov en el 85”. La histórica cumbre de 1985 entre los expresidentes estadounidense y soviético Ronald Reagan y Mijaíl Gorbachov tuvo también lugar en Ginebra, y ella recuerda aquella época, cuando acababa de empezar la carrera de periodismo en Moscú. Entonces había mucha esperanza, pero hoy es muy diferente, según Sikorsky. Asegura que muchos rusos, en especial los jóvenes, están desencantados, y eso ejerce mucha presión sobre Putin.
¿Qué figura en la agenda?
El abanico de temas que podrían abordar ambos líderes es potencialmente enorme, pero Sylvan afirma que este tipo de reuniones se preparan “a conciencia durante semanas, si no meses, de antemano”, por lo que todo el repertorio de temas se habrá concretado por adelantado y es posible que se anuncien avances en algunas cuestiones, permitiendo un “comunicado relativamente insulso”. “Obviamente, Biden está especialmente preocupado en estos momentos por cuestiones como las actividades de los hackers rusos en Estados Unidos”, y le gustaría también hacerse una idea de hasta dónde está dispuesto a presionar Putin en Europa del Este, especialmente en Ucrania, según Sylvan. Irán y Siria podrían asimismo figurar en el menú, pero él opina que la idea es, en términos generales, ver si las dos partes pueden salvar algo.
Sikorsky, por su parte, cree que el objetivo final de Rusia en esta cumbre debería ser el fin de las sanciones. “No creo que ocurra, pero quizá se dé un paso hacia ello y luego se fijará un objetivo más inmediato. Creo que si yo fuera el presidente Putin también intentaría que se reconocieran las vacunas rusas”. La vacuna rusa contra el coronavirus, denominada Sputnik V, está aprobada en Rusia, pero no en Europa ni en Estados Unidos, lo que podría dificultar los viajes de los rusos. Francia, por ejemplo, está reabriendo sus fronteras a las personas que han sido vacunadas, pero solo con vacunas aprobadas por la Unión Europea.
Biden también puede plantear cuestiones de derechos humanos, como el caso del líder opositor ruso encarcelado Alexei NavalnyEnlace externo, que fue víctima de un presunto intento de asesinato por parte de Moscú el año pasado. “Pero entonces Putin sacará a relucir sus propios comodines, como Julian Assange o Leonard Peltier”, dice Sikorsky. “Es decir, no pretendamos que Biden es todo blancura y dulzura. También hay problemas en Estados Unidos, pero esa es la mecánica de las negociaciones a este nivel.” Y añade que “a la vista de las recientes informaciones del Tribunal Federal de Suiza, es muy posible que el presidente Putin intente negociar algo a cambio de Vladislav Klyushin, que fue detenido el pasado mes de marzo en el cantón del Valais a petición de las autoridades estadounidenses, y que está retenido en Sion mientras se estudia la cuestión de su extradición a Estados Unidos”.
¿Hay química entre ambos?
Este será el primer encuentro cara a cara entre ambos hombres como presidentes, pero se reunieron con anterioridad, cuando Biden era vicepresidente de EE.UU. con Obama y Putin primer ministro. Tras reunirse en el Kremlin en 2011, Biden declaró más tarde que le había dicho a Putin: “Señor primer ministro, le estoy mirando a los ojos y no creo que tenga usted alma”. Putin, según Biden, le devolvió la mirada y sonriendo le respondió: “Nos entendemos”.
Así que parece que no se gustan, pero tal vez eso no importe. “Hay que recordar que estos tipos son profesionales, políticos profesionales”, dice Sylvan. “Lo que les interesa es saber si pueden llegar a hacer un trato. Uno puede hacer un trato con alguien que no le agrade, solo porque encuentra puntos en común”.
La Casa Blanca ha comunicado que la cumbre tratará de “gestionar las diferencias” que Estados Unidos tiene con Rusia y de “restaurar la previsibilidad y la estabilidad de la relación”. “La previsibilidad no es una de las características conocidas de Rusia, y tampoco de Putin”, dice Sikorsky. “Pero, ya ves, tampoco está rejuveneciendo. Quizá solo sea una ilusión, pero puede que tal vez también esté cansado de vivir en estas tensiones permanentes. O puede que le guste. Pero creo firmemente que los rusos quieren vivir tranquilos. En nuestra historia reciente, como en la del siglo pasado, pasamos por tantos trastornos que la gente está muy cansada”.
Expectativas
Según la periodista, los rusos tienen grandes expectativas en esta cumbre, pero ella no está tan segura de que vaya a ser muy productiva. “Evidentemente, de negociaciones a este nivel esperamos decisiones importantes. Pero, personalmente, dudo mucho de que vayamos a tenerlas”.
Sylvan está de acuerdo. “En cierto sentido, ninguno de los dos tiene mucho que ofrecer al otro. No hay posibilidad de que Biden pueda ofrecer a Putin lo que le importa, que es desempeñar un papel diplomático mucho más activo en el escenario mundial. Y de la misma manera, Putin no puede ofrecer a Biden rebajar la tensión en una serie de cuestiones, porque ese es uno de sus más importantes elementos de presión sobre Estados Unidos”. No obstante, cree que se producirán algunos anuncios, probablemente sobre el control de armamento, porque “es lo más obvio que pueden hacer”. Y no hay que olvidar que están actuando también para otras audiencias, incluyendo partidarios y adversarios extranjeros y nacionales.
El factor Ginebra
Esta será la cumbre más importante que se celebre en Ginebra desde la de Reagan-Gorbachov en 1985, y ha sido calificada de triunfo diplomático para el Gobierno suizo. “Creo que Suiza está desempeñando su papel tradicional de plataforma neutral”, dice Sikorsky. “Es un lugar histórico para este tipo de cumbres, y creo que el hecho de que Reagan y Gorbachov se hayan reunido aquí también ha influido”. La sede europea de Naciones Unidas se encuentra también en esta ciudad, así que es algo simbólico”.
Sylvan afirma que eso es lo que los suizos llevan haciendo desde hace décadas y que, además, se les da muy bien. La infraestructura de Ginebra, la estricta seguridad, la meticulosa (esperamos) organización suiza y el suntuoso entorno a orillas del lago forman parte de ello. Pero, ¿aumentará el factor de atracción de la Ginebra internacional? Sikorsky considera que mejorará el prestigio de la ciudad, pero no está tan segura de su impacto a largo plazo.
Sylvan es de la misma opinión. La instalación de organizaciones internacionales en Ginebra tiene mucho más que ver con aspectos como el coste de la vida y los impuestos, señala. “Cabría incluso argumentar que si existiera otra ciudad europea interesada en atraer a nuevas organizaciones internacionales podría decirse entonces que ya era hora de que alguien más compartiera la carga: ¡Ahí tenéis a Putin y a Biden!”.
Fecha: 15 de junio 2021.
Autor: Julia Crawford.
Fuente: Swissinfo.