Celebración Día Nacional Suizo
Todos los años la Cámara de Comercio y Turismo Dominico Suiza organiza un almuerzo para sus socios y allegados para la celebración de la creación de la Confederación Helvetica el 1ro de agosto 1291.
En un ambiente jovial, el almuerzo comienza con el discurso anual del presidente de la Confederación Helvetica, seguido de un discurso del presidente de nuestra camara y el embajador de Suiza en Republica Dominicana – y luego continúa con un menú que incluye platos tradicionales suizos como raclette, zürcher geschnetzeltes, bratwurst, nusstorte, entre otros.
Una oportunidad de festejar una de las mas tradicionales y antiguas democracias del mundo.
Breve historia de Suiza
La historia de Suiza siempre ha estado condicionada por su situación geográfica, un lugar en el centro de Europa que ha sido anhelado y codiciado por múltiples pueblos y culturas. En la antigüedad estaría poblada por numerosas tribus celtas, hasta que un buen día llegaran los romanos y se adueñaran del territorio. Durante el tiempo que los romanos se alojaron en estas tierras se crearían ciudades como Basel, Zurich, Ginebra y Chur, o por lo menos el germen de dichas ciudades.
Poco a poco los romanos irían perdiendo su territorio, de forma paulatina, frente a las tribus germánicas que ya por el siglo V dominaban por completo el actual país de Suiza. Tras este periodo, el país pasaría a formar parte del Sacro Imperio Romano Germánico.
Una de las fechas más importantes en la historia de Suiza es 1291, momento en que los pueblos de Uri, Schwyz y Unterwalden firmaban el Pacto federal para luchar contra la tiranía de los Habsburgo. La mayoría de los historiadores consideran esta unión como los inicios de la Confederación Helvética. Más tarde se unirían Lucerna, un paso importante ya que se habilitaba la navegación por el lago de los Cuatro Cantones, un lugar que a partir de ese momento pertenecería a los confederados.
En 1351 llegó el momento en el que Zúrich se levantaría contra el poder de los Habsburgo. Así, firmaría el pacto con los cuatro confederados. La reacción de los Habsburgo no se hizo esperar, y en 1352 declaró la guerra a Zúrich. En ese momento, los confederados decidieron ocupar los territorios de Glaris y Zoug, anexionándolos pues a su alianza.
En 1353 finalmente se incluiría el Cantón de Berna. Así quedaría constituida oficialmente la histórica Confederación de los VIII Cantones.
A pesar de que los Habsburgo no renunciaron a ocupar los territorios, lo cierto es que poco a poco la Confederación fue anexionando nuevas regiones como la del Cantón de Appenzell, el de Valais o el de Saint-Gall.
A lo largo del siglo XVI, las reformas religiosas predicadas por Clavino y Zwingli hacen mella en esta unión, pues algunos cantones respaldaron las reformas, mientras otros siguieron fieles al catolicismo. Esto crearía un cisma religioso entre ellos.
Fueron momentos de varios conflictos armados, que harían tambalear la fuerte unción de la Confederación. Todo ello terminaría con la Paz de Westfalia, que pondría fin a la Guerra de los Treinta Años (1648). A través de los tratados de Osnabrück y Münster, Suiza sería reconocida de facto como un país independiente del Sacro Imperio Romano Germánico, y así, trece cantones declaraban completamente su independencia.
Un nuevo episodio en la historia de Suiza llegó con 1798, momento en el que el ejército de Napoleón entra en Suiza e impone una nueva Confederación en la que todos los cantones son exactamente iguales entre sí.
Cuando Suiza fue incorporada en la esfera de influencia francesa se vería, sin querer, envuelta en numerosas guerras que estallaban en Europa. Un campo de batalla entre austríacos y rusos que intentaban acabar con los franceses.
En esta época, el país se vio implicado en una guerra civil entre federalistas y centralistas, así, Napoleón se vio obligado a mediar consiguiendo la paz entre ambas partes en 1803 a través del Acta de Mediación. Esta acta restauraría el antiguo sistema cantonal.
Finalmente, tras la derrota de Napoleón y la celebración del Congreso de Viena, en 1815, se reconoce la posición neutral de Suiza como un elemento imprescindible para el equilibrio europeo.
En 1848 existe un intento separatista de los cantones católicos que sería saldado por las fuerzas de las armas. Así se establecería una nueva constitución y un nuevo estado federal. Finalmente, en 1874 se reforma la constitución para reforzar el poder federal. Podemos decir que desde esa fecha Suiza se ha mantenido completamente neutral en los diferentes conflictos que han acontecido en Europa.